Probad los espíritus si son de Dios

“PROBAD LOS ESPÍRITUS SI SON DE DIOS”

Para el año 100 d.C. en que Juan escribe la carta, la apostasía se ha introducido en la iglesia; en el gnosticismo, la filosofía griega se ha amalgamado con la doctrina de los apóstoles; los cristianos judíos se encuentran desmotivados; Jerusalén, la ciudad santa, ha sido destruida; el Mesías prometido no ha llegado; la esperanza de la pronta venida del Mesías se ha enfriado; es una etapa de crisis espiritual en la iglesia.

1. La recomendación del apóstol Juan: “No creáis a todo espírituI Juan 4: 1.

2. La advertencia de nuestro Señor Jesucristo: “Mirad que nadie os engañeMateo 24: 4.

3. La razón: “Muchos falsos profetas son salidos en el mundo” I Juan 4: 1; Mateo 7: 15.

4. ¿Qué hacer? “Probad los espíritus si son de Dios” I Juan 4: 1. Si no es de Dios, pues entonces es del diablo.

5. ¿Cómo hacerlo? No era tarea fácil.

5.1 Jesús debía discernir si el que estaba en la sinagoga de Capernaum era alguien influido por un mal espíritu o si venía de parte de Dios. El espíritu decía: “Sé quién eres, el santo de Dios” Marcos 1: 24, sin embargo, Jesús le dice: “Enmudece y sal de él”.

5.2 Pablo debía discernir si la muchacha que les hacía propaganda cada vez que iban a la oración era de Dios o del diablo. La muchacha decía: “Estos hombres son siervos del Dios alto, los cuales os anuncian el camino de salvación” Hechos 16: 17; aunque su declaración era una gran verdad, Pablo entiende que el propósito de esta mujer es distraerles de la oración, con la cual cobran fuerza espiritual para su predicación.

Entonces dice al espíritu: “Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella” Hechos 16: 18.

5.3 El cristiano fiel no debe dejarse impresionar con la apariencia de piedad o manifestación de poder.

Los hermanos de Berea no se dejaron impresionar fácilmente por la autoridad con que Pablo hablaba, ni de la apariencia física de Pablo, ni de los milagros hechos por Pablo, ni de la fama con que venía: Hechos 17: 10-12.

Jesucristo nos advierte que estos falsos maestros harán milagros, lanzarán demonios, profetizarán, etc., aun utilizando el nombre de Jesucristo, lo cual es mucho más peligroso. Sin embargo no podemos dejarnos impresionar por esto, hay que discernir si vienen de parte de Dios, del diablo o de los hombres: Mateo 7: 21-23; Mateo 24: 24; Apocalipsis 13: 11-14.

5.4 El cristiano fiel escudriña, estudia las Escrituras y evalúa bajo la guía del Espíritu Santo si el mensajero es de Dios o es del diablo o es de los hombres: I Juan 4: 4-6.

5.5 El cristiano fiel evalúa el fruto del mensajero y discierne bajo la guía del Espíritu Santo si el mensajero es de Dios o es del diablo o es de los hombres. Este falso mensajero:

a) No reconoce el ministerio y obra de Jesucristo; es posible que lo reconozca intelectualmente o por conveniencia, pero no con su vivencia: I Juan 4: 2.

b) No da frutos dignos de arrepentimiento. Todo árbol da su fruto según su naturaleza, si vid da uvas, si es naranjo da naranjas, si es un creyente fiel da frutos dignos de arrepentimiento; por el contrario estos falsos maestros dan frutos de maldad: Mateo 7: 16-18; II Timoteo 3: 1-8.

c) No utiliza las armas espirituales para el avance de la iglesia, sino estrategias humanas engañosas: Efesios 4: 14-15;

d) No se sujeta a la sana doctrina. Hay aspectos de la liturgia y de forma que pueden ser pasados por alto en la iglesia, sin embargo las verdades básicas de la Palabra de Dios no se pueden transar: II Timoteo 4: 3-4;

e) No le interesan las almas, sino las ganancias temporales de pecado. Este es el mensaje actual de prosperidad que el mundo quiere escuchar hoy en la sociedad netamente capitalista: II Pedro 2: 3 y 15: 16;

f) No miden la magnitud de sus declaraciones y hablan con liviandad de lo que no conocen: II Pedro 2: 10-14.

CONCLUSIÓN:

Nuestro Señor Jesucristo nos dice que aquel que escucha esta palabras y las pone por obra es un hombre que edifica sobre un fundamento firme, que cuando venga la adversidad y la prueba de su fe permanecerá firme e inamovible, su vida será prosperada en el plan de Dios; sin embargo aquel que no escucha estas palabras, ni las pone por obra, es un hombre necio que no ha edificado su fe en un cimiento firme; cuando venga la adversidad y la prueba de su fe se verá totalmente derrumbado, su vida arruinada y sin sentido, totalmente desorientado: Mateo 7: 21-27.

“PROBAD LOS ESPÍRITUS SI SON DE DIOS”.