La Palabra de Dios como fuente de sabiduría

LA PALABRA DE DIOS COMO FUENTE DE SABIDURÍA,
PARA SER LUMINARES EN EL MUNDO

Ruth Espinoza de Carreño.
Iglesia Presbiteriana Fundamentalista Bíblica Smirna.
Santiago, Chile.
Jueves, 8 de febrero de 2007.

Texto bíblico:

“Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin culpa en medio de la nación maligna y perversa, entre los cuales resplandecéis como luminares en el mundo” Filipenses 2: 15.

Objetivo del estudio:

Que cada mujer cristiana comprenda, desee y decida ser luminaria en el mundo, por el único camino posible, que es el conocimiento y obediencia a la Palabra de Dios, por el poder del Espíritu Santo.

¿Qué significa ser luminares en el mundo?

Significa ser persona que tiene luz en su vida, que puede caminar sin tropezar, que puede indicar el camino con seguridad a otros, que alumbra la mente a otra persona en una dirección correcta.

Pero ¿de dónde viene este conocimiento tan seguro, este consejo inequívoco?

Su origen está en Dios mismo, en la Biblia, que es su Palabra. Tenemos un Dios omnisciente, que todo lo sabe; Omnipotente, que todo lo puede; y Omnipresente, que está en todo lugar.

«¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios!!

¡¡Cuán incomprensibles son los juicios e inescrutables sus caminos!!

“Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿o quién fue su consejero? ¿o quién le dio a él primero, para que le sea pagado? Porque de él y por él y en él, son todas las cosas. A él sea gloria por siglos. Amén” Romanos 11: 33–36.

Este es el Dios de nuestra confianza, el solo sabio Dios, que con su sabiduría nos enseña a ser luminares en el mundo, guiadas por la enseñanza de su Palabra con autoridad divina.

Podemos decir confiadas como el salmista: “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino” Salmo 119:105 y así ir por esta vida dando pasos seguros, honrando a Dios, no por nuestra capacidad propia, sino por el poder del Espíritu Santo, que nos guía a toda verdad, desde el momento que aceptamos a Cristo como nuestro Salvador y Señor.

¿Queremos vivir sabiamente?

Dobleguemos nuestra voluntad a la de Dios mediante el conocimiento de su pensamiento y de su plan para nosotras, inscritos y comunicados a través de la Biblia, su Palabra:

“Fíate de Jehová de todo tu corazón y no estribes en tu prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu opinión: teme a Jehová y apártate del mal” Proverbios 3: 5–7.

El prescindir de la luz para iluminarnos siempre acarrea problemas; en la obscuridad hay tropiezos, hay caídas.

El prescindir de la luz espiritual tiene consecuencias incomparablemente peores que en lo material, porque lo material es pasajero, en cambio las tinieblas espirituales llevan a condenación y aun si somos salvas, pero alejadas de Dios, nos hacen vivir una vida llena de dificultades y problemas por la ignorancia e indiferencia de desear conocer a Dios y guiar nuestra vida por su Palabra.

Daremos lectura a unos versículos hermosos, para apreciar el privilegio de tener un Dios que ilumina nuestra vida cristiana.

“Porque tú eres mi lámpara, oh Jehová: Jehová da la luz a mis tinieblas” 2º Samuel 22: 29.

“Determinarás asimismo una cosa, y serte ha firme; y sobre tus caminos resplandecerá luz” Job 22: 28.

Esto sucede cuando doblegamos nuestra voluntad a la de Dios expresada en la Biblia. Por ejemplo, Dios me manda dar el diezmo: “Desde hoy lo voy a dar”; “con su ayuda me propongo cambiar mi mal genio”; “voy a luchar contra mi lengua mentirosa”; “no voy a faltar más a la Iglesia”; “desde hoy voy a hacer el culto familiar en mi hogar y mi devocional personal”; etc., etc. Será muy edificante reflexionar sobre los siguientes versículos:

Salmo 27:1; Salmo 4:6; Salmo 44:3; Salmo 89:15; Proverbios 4:18; Isaías 2:5; Isaías 60:20; Daniel 5:14; Mateo 5:14–16; Lucas 1:79; Juan 1:9; Juan 8:12; Juan 12:35–36; Hechos 13:47; Efesios 5:8; 1ª Tesalonicenses 5:5; 1ª Pedro 2:9; 1ª Juan 1:7.

La Biblia nos enseña que somos hijas de luz, por lo tanto, debemos andar como hijas de luz, en la luz del Señor.

¿Cómo empezamos el día para ser “luminarias” en medio de la nación maligna y perversa?

Busquemos de todo corazón, pidiendo su dirección sabía, leyendo, meditando y disfrutando de la Palabra de Dios, que es nuestra guía, alabando y glorificándole, porque él es el único digno de toda la honra y toda la gloria. Sólo con él podemos saber cómo resplandecer como luminarias en este mundo que cada vez se aleja más de Dios, porque el dios de las tinieblas, Satanás, engaña a las personas inconversas, porque no tienen la luz del Señor en sus mentes, ni en sus corazones y se están entregando a toda suerte de impurezas como en los días de Lot.

Sin embargo, Dios nos ha elegido a nosotras, sin ser mejores que el resto del mundo, sólo por su misericordia, para ser “luminarias en medio de la nación maligna y perversa”, para llevarles el mensaje de salvación, que los conducirá a la luz del Señor y a salir de las tinieblas del pecado.

Anunciémosles que sólo por la muerte substitucional de nuestro Señor Jesucristo se va al cielo, que no hay otro nombre debajo del cielo en que podamos ser salvos, que la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado y que es indispensable pedir perdón a Dios y sinceramente aceptar a Cristo como Salvador de su alma.

Nuestro gozo será resplandecer “como luminarias en el mundo”, en obediencia a Dios, por el estudio y conocimiento de su Palabra.

Mantengamos una comunión estrecha con el Señor diariamente, buscando la luz de su rostro, para andar como hijas de luz en este mundo de tinieblas y con un corazón generoso, busquemos las almas por las cuales él también murió, para que sean salvas y salgan de las tinieblas a su luz admirable.

Que el Señor nos bendiga dándonos un deseo profundo y activo de ser “luminares” en medio de la nación maligna y perversa.

¿QUÉ IMPIDE SER LUMINARES EN EL MUNDO?

1. La indiferencia hacia Dios.

Decir que es nuestro Dios, pero vivir como si fuera el Dios del vecino, no tomando nuestra responsabilidad frente a este Dios en el cual decimos creer.

Por ejemplo, tomar decisiones sin oración. Oramos por algo que deseamos sin tomar en cuenta la voluntad de Dios, sabiendo que por su perfección él no se equivoca y si Dios contesta lo contrario a lo que deseamos no lo aceptamos y con desagrado decimos: Dios no contesta mi oración ¡tanto que le pedí y no me lo dio! En realidad el Señor contestó, pero lo que él sabía que era lo mejor;

2. El desconocimiento de la Palabra de Dios y su voluntad para nuestra vida.

O bien, conocer la Palabra de Dios, pero vivir de acuerdo a nuestra propia manera de pensar, producto del orgullo, sin acatar sus consejos, demostrando desobediencia. “Yo soy cristiano a mi manera”; “Yo soy un canuto moderno”.

Estas expresiones que a veces se escuchan demuestran que la Palabra de Dios no es considerada en la vida práctica para vivir como a Dios le agrada;

3. La asistencia inconstante con la familia a todas las actividades de la iglesia.

Lo cual impide fortalecer lazos de amistad con los hermanos y anula el sentido de pertenencia a la iglesia.

“Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos” Salmo 122:1;

“Y vendrán muchos pueblos y dirán: Venid y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos y caminaremos por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalem la palabra de Jehová” Isaías 2:3;

“Y vendrán los moradores de la una a la otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré” Zacarías 8:21;

4. Los continuos atrasos.

Que demuestran que nuestro amor a Dios es muy débil y además que no es tan importante, que él ocupa un lugar secundario en nuestra vida.

Esto se puede comparar con la búsqueda de un trabajo. A esto se llega adelantado, porque hay un interés económico de por medio

¿Acaso no es más importante acudir a tiempo a la cita que tenemos con el Dios magnífico, creador del Universo y autor de nuestra salvación? Realmente esto es una falta de respeto a nuestro Dios, a quien le debemos un amor reverencial;

5. La falta de respeto a Dios, por no guardar el día del Señor.

El día domingo no nos pertenece. La Biblia nos enseña: “Seis días trabajarás y harás toda tu obra, mas el séptimo será de reposo para Jehová tu Dios Éxodo 20:6. Es para Dios. Pero cuántos cristianos lo usan para dormir largas siestas u otros, que nacieron cansados, lo ocupan para descansar; otros para asistir o ver los partidos de fútbol o atender visitas haciendo caso omiso a su Palabra.

El domingo es para dedicarlo íntegro al servicio del Señor. ¿Qué cuenta le daremos, si le usurpamos el único día de la semana que nos pide? El es más generoso: nos da seis días para ocuparlos en nosotros y sólo nos pide uno para él. Gocemos sirviéndole de corazón;

6. Los hijos criados sin disciplina y amonestación del Señor.

Efesios 6:4 –atrevidos, rebeldes, que avergüenzan a sus padres– Proverbios 22:15.

Esto demuestra que los padres no han cumplido con su deber de enseñar y guiar a sus hijos en el camino de honra y gloria para Dios.

Dios no falla, el ser humano es el que falla;

7. Formar un hogar liberal.

De acuerdo al mundo, para no ser anticuados. A estos cristianos les gusta estar a tono con el mundo, es decir, de acuerdo con el diablo.

No hay normas de conducta que deben ser respetadas y cumplidas. Los hijos salen y llegan a la hora que quieren, los padres no ponen límites, ni saben dónde están y con quién están y, si se les hace tarde, avisan que se van a quedar a alojar en la casa del amigo o de la amiga y los padres quedan conformes, porque según ellos los tiempos han cambiado.

Es verdad que los tiempos han cambiado, pero la Biblia es la misma y de absoluta actualidad para un hogar cristiano.

Imposible ser luminares si nos sumergimos en las costumbres de personas sin Dios. Acaso a usted, papá, o a usted, mamá, se le ocurre quedarse a dormir en otra casa y no llegar a su hogar? Por qué los hijos tienen más libertad que los padres?

Un hijo sin disciplina será una deshonra para Dios y para sus padres. Un hogar sin disciplina y algunas normas que cumplir, para que haya armonía y respeto mutuo, es un barco sin timón, que más tarde navegará en un mar de lágrimas.

También se incluye en esta clase de hogar el de la esposa no sujeta a su marido y que gasta más de lo que tiene y contrae deudas difíciles o imposibles de pagar;

8. ¿Por qué permitimos que el mundo penetre en nuestro hogar, si somos cristianos?

Esto es un contrasentido, pero es así.

¿Qué es lo que se ve y se escucha en la TV? Ejemplo: las telenovelas: ¿Cuáles son sus contenidos? ¿acaso no muestran adulterios, mentiras, violencia?, un vocabulario sucio con groserías y obscenidades, chistes de doble sentido, hombres y mujeres sin pudor.

Todo esto, fuera de la voluntad, va inculcando una forma de vida y de pensar de niños, jóvenes y adultos, sumándose también a esto la música y letras de toda connotación mundana.

No se trata de prohibir la TV, pero si somos cristianos, pidamos discernimiento al Señor para hacer uso del TV junto con enseñar a nuestros hijos lo que pueden ver y lo que no pueden ver y el por qué.

Del mismo modo la Internet. ¿Qué tipo de formación cristiana y de qué calidad estamos dando a nuestros hijos?

¿Por qué permitimos que entren costumbres a través de la TV que personalmente no practicamos, porque somos de Dios?;

9. Los embarazos de las adolescentes.

Cuando esto lamentablemente sucede, la luz se apaga por el pecado de la fornicación, resultado de la obscuridad en que se vive, sin tener temor de Dios.

Aun en nuestras propias iglesias el dios de las tinieblas, que ha cegado los entendimientos, hace creer a la gente sin la luz de Dios que las palabras: “Huid la fornicación” de 1ª Corintios 6:18 son para otra época, que vivimos en un mundo progresista y que hay que adecuarse a las nuevas tecnologías, porque son el resultado del progreso.

Sin duda que hoy la vida se facilita mucho con los inventos y adelantos, por ejemplo en la crianza de los hijos: los pañales desechables; los alimentos colados, para la alimentación; en los quehaceres del hogar: las aspiradoras, enceradoras, refrigerador, cocinas a gas o eléctricas, el secador de pelo, etc., pero en medio de toda esta tecnología aparecen los inventos para pecar sin temor de Dios y a lo que él ordena.

“Huid la fornicación”, pero aparece la píldora del día después y la promoción del uso de preservativos y la entrega gratuita de éstos a todos los muchachitos que lo deseen, sin saber ni sospechar que esto los va a inducir a una vida promiscua a tan temprana edad.

Las tinieblas del diablo se ciernen sobre esta humanidad, pero para nosotras es la advertencia: “Andad como hijas de luz”; “Resplandeced como luminares del mundo”.

Dios autoriza la relación sexual en el matrimonio, pero no fuera de él. Hebreos 12:14: “Honroso es en todos el matrimonio…”.

Por la desobediencia voluntaria de sus corazones, por el desprecio de la luz de Dios y el pecado de no querer tomarlo en cuenta, este mundo se va degradando cada vez más.

Contra esto somos llamadas a resplandecer como luminarias en medio de la nación maligna y perversa.

Dejémonos guiar por la luz de Dios y el Espíritu Santo, que nos da el poder para vencer. ¿Cómo?

1º: Mantener y velar por nuestra matrimonio en estricta fidelidad; y

2º: Instruir a nuestros hijos sobre la pureza sexual que Dios manda para los jóvenes cristianos sean hombres o mujeres.

Para el mundo, el hombre puede llevar la vida sexual como desee, fornicando; sólo la hija, porque le crece el vientre y esto avergüenza, pero para Dios no hay diferencia entre hombre y mujer, el mandato es para todos igual y los padres deben instruir a sus hijos en la Palabra de Dios y en la obediencia reverencial a ella.

¿Cómo es el enamoramiento en el mundo de hoy? Se acuestan y fornican.

¿Nos preocupa? ¿Soy luminar en mi hogar, junto con mi esposo?

10. Ausencia del matrimonio.

¿Para qué el matrimonio? ¿De qué sirve? De nada, para aquellos informales irresponsables que no cumplen lo que prometen y llevan el egoísmo de sus corazones al grado máximo; van dejando hijos abandonados sin hogar, sin la estabilidad emocional proporcionada por un padre y una madre que se aman y legítimamente unidos.

11. Vivimos con una delincuencia creciente.

Hay niños cuyo futuro nos da muchísima pena. ¿Quiénes son los responsables?

Falta de hogares responsables, sin amor. Este sentimiento está ausente y los gobiernos piensan que esto lo cambia la educación. Profundo error, porque no tienen a Dios en su noticia y con medidas populistas destruyen la familia. En la educación, la jornada completa y para la madre el trabajo fuera del hogar, de la mañana a la noche hace que los hijos se críen solos, sin amor ni dedicación de su madre

¿Cómo somos nosotras, somos luminares?;

12. La manipulación genética, la clonación.

El plan de Dios es que el ser humano se reproduzca por el amor de un hombre y una mujer. ¿Qué pasa con el alma de esos clones humanos? Misterio diabólico.

¿Sabemos que esto pertenece a un mundo en tinieblas que anda solamente en la vanidad de su sentido?

Pero por la gracia y misericordia de Dios, nuestro Padre Celestial nos ha dejado la revelación de su voluntad en su Palabra, la Biblia, para comprender y saber cómo vivir en una nación maligna y perversa, que según la enseñanza bíblica irá de mal en peor,

Nuestro deber es resplandecer como luminares en el mundo en que vivimos;

13. Los ídolos televisivos.

Para los niños, jóvenes y adultos. ¿Qué vida llevan? La mayoría en adulterio y separaciones

¡Cuántos matrimonios o convivientes a su haber y esto es lo aceptable para el mundo sin Dios. Ignoran completamente la luz de Dios, para felicidad de sus vidas.

Hay hogares en los cuales en lugar de versículos en las paredes hay posters de ídolos mundanos de mala vida, su dios;

14. Los matrimonios mixtos.

Absolutamente prohibido por Dios. Deuteronomio 6.

Sin embargo a pesar de todo, la desobediencia se impone, no se toma en cuenta para nada el consejo de Dios.

Se considera más la situación económica del futuro cónyuge, que si es un hijo fiel de Dios y un cristiano a toda prueba;

15. Las sectas satánicas.

Con vestuario negro, con cadenas, bototos negros, música, vocabulario grosero, maquillaje en que predomina el negro, reflejan filosofías ateas y diabólicas y conductas rebeldes.

Algunos se proclaman muertos a la sociedad; otros, luchadores rebeldes contra la sociedad.

Los padres cristianos tenemos el deber de instruirnos y conocer las nuevas filosofías (pragmatismo y relativismo) y a qué prácticas y formas de ver la vida los llevan (vestuario, vocabulario, etc.) y que podrían atrapar a nuestros hijos, si los descuidamos.

No hay que descuidarse, porque el diablo ataca a los hogares cristianos de preferencia.

Por lo tanto, estemos alerta y en oración ferviente, para que el Señor guarde nuestros hogares de las acechanzas del diablo;

16. Hablar mal de los hermanos de la iglesia.

Aun cuando sean críticas valederas, delante de los hijos. Peor todavía si se desprestigia al pastor, que es el siervo que Dios ha puesto frente a la congregación. Los hijos perderán la confianza y su apego a la iglesia será más débil.

No hay que criticar las predicaciones, porque se menoscabará la confianza en la Palabra de Dios y en los hermanos predicadores.

Esto perjudica el amor fraternal y por supuesto que en lugar de ser luminares, van dejando la oscuridad del pecado.

17. El consumismo.

18. Las tarjetas de créditos.

19. La flojera o dejación para servir al Señor.

CONCLUSIÓN.

¿Qué debemos hacer para ser luminares en nuestro hogar, la iglesia y el mundo?

 

© 2024 Iglesia Smirna All Rights Reserved   

Theme Smartpress by Level9themes.