¿Cómo actúa Dios con los escogidos?

Salmo 25:8–15

8   Bueno y recto es Jehová: por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.

9    Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.

10  Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.

11  Por amor de tu nombre, oh Jehová, perdonarás también mi pecado; porque es grande.

12  ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger.

13  Su alma reposará en el bien, y su simiente heredará la tierra.

14  El secreto de Jehová es para los que le temen; y a ellos hará conocer su alianza.

15  Mis ojos están siempre hacia Jehová; porque él sacará mis pies de la red.

Recordemos que este Salmo fue escrito por David.

En el ruega a Dios por tres aspectos de su vida que son comunes a todos los hijos de Dios, a saber:

  • dirección,
  • perdón y
  • protección.

Si bien son aspectos que abarcan toda la vida de los creyentes, David coloca el centro en su relación con Dios y en cómo ve que Dios se manifiesta. Este salmo nos permite responder con certeza aspectos relevantes de la pregunta:

¿Cómo actúa Dios con los escogidos?

Es importante tener clara la respuesta a esta pregunta, que es general, para poder luego hacer la siguiente, que resulta personal ¿cómo actúo yo con Él?

En los versículos que hemos leído hay una palabra que se repite y que nos orienta a la primera respuesta, afirma que Dios “enseñará…” o Dios mostrará…

Vers. 8: Bueno y recto es Jehová: por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.

Vers. 9: Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.

Vers. 12: ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger.

Estas expresiones ponen el énfasis en la incapacidad del hombre para llegar a conocer a Dios por sí mismo. Si Dios no se revela al hombre, éste está imposibilitado de llegar a conocerlo. Esto queda manifiesto en el testimonio que David nos da en los mismos Salmos:

Salmo 19:1 “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y la expansión denuncia la obra de sus manos”. 

Y el testimonio del apóstol Pablo escribiendo a los Romanos:

Romanos 1:20 “Porque las cosas invisibles de Él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; de modo que son inexcusables.”

Es decir, la creación en su totalidad es un testimonio irrefutable de la presencia y existencia de Dios. Es tan obvio este hecho que, basta deshacerse de los prejuicios que el mundo ha puesto en la mente de las personas para quedar sin argumentos racionales que lleven a negar la existencia de Dios, no obstante lo anterior, recordemos lo que registra David en otros Salmos:

Salmo 53:1 “Dijo el necio en su corazón: No hay Dios. Corrompiéronse e hicieron abominable maldad: no hay quien haga bien.

El pecado cegó el razonamiento del ser humano a tal punto que llega a impidirle reconocer al Señor de la Creación, Salomón reflexiona respecto de la situación del hombre y escribe:

Ecl. 7:29 He aquí, solamente he hallado esto: que Dios hizo al hombre recto, mas ellos buscaron muchas cuentas.

Hay cuatro principios que quisiera compartir con Uds. en esta oportunidad que nos aportan a responder nuestra pregunta de partida: ¿Cómo actúa Dios con los escogidos?

  • Sal. 25:8,9.        Dios es bueno y recto.
  • Sal. 25:10.         Dios es misericordioso y busca que sus hijos vivan verazmente.
  • Sal. 25:11.         Dios es perdonador.
  • Sal. 25:12,14.   Dios revela su voluntad a sus hijos.

La bondad y rectitud de Dios

8   Bueno y recto es Jehová: por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.

9    Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.

Debemos iniciar nuestra reflexión sobre este punto señalando que Dios no necesita de nosotros. Siendo eterno (sin principio ni fin) ha convivido con su creación el tiempo equivalente a un suspiro nuestro, Él siempre fue. La armonía existente al interior de la Trinidad es perfecta. Sus planes perfectamente ideados. Conociendo el destino que le daríamos, tuvo en mente esta Creación. Pedro da cuenta de esto en su saludo en su primera carta al expresar que fuimos elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo...1ª Pedro 1:2.

Al hacer David la afirmación del Vers. 8 está reconociendo que sólo por la gracia de Dios podemos llegar a su conocimiento, no hay otro camino.

Jesús afirma que sólo Él es el camino (Juan 14:6 “Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí”) y más adelante involucra al Espíritu Santo: “Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad…” Juan 16:13

Si un día llegamos al evangelio fue por la obra de Dios en nuestro corazón.

El profeta Oseas refleja este llamado que Dios hace a su pueblo en la reflexión que hallamos en Oseas 11:1–4:

Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.

Como los llamaban, así ellos se iban de su presencia; a los Baales sacrificaban, y a las esculturas ofrecían sahumerios.

Yo con todo eso guiaba en pies al mismo Efraím, tomándolos de sus brazos; y no conocieron que yo los cuidaba.

Con cuerdas humanas los traje, con cuerdas de amor…”

Tomamos este principio establecido en la Palabra de Dios, que Él es bueno y recto y debemos aplicarlo a la vida de cada creyente.

En primer lugar, Reconociendo su bondad y rectitud.

Tomando conciencia de cómo cada día nos rodea con ellas.

Recibimos sus bendiciones y reprensiones por nuestro actuar, vemos que es bueno con sus hijos disponiéndose a perdonar nuestros pecados si acudimos a Él arrepentidos y con pesar de corazón por haberlo ofendido y podemos ver cómo muestra su rectitud para enseñarnos a escoger por el camino que preparó para cada hijo suyo mostrando lo inconveniente que es el camino propio que traza el ser humano.

Porque es bueno no nos ha destruido y porque es recto nos corrige para llegar a ser como Él es.

Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican Salmo 127:1 

El segundo principio en el que los invito a meditar está en el Vers. 10: Dios es misericordioso y busca que sus hijos vivan verazmente.

10  Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.

Lo primero que debemos reconocer es que sólo por la misericordia de Dios podemos disfrutar de su comunión, a pesar de ser un miserable pecador, Él nos acoge en su seno.

Salmo 103:13,14 Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; acuérdase que somos polvo 

Otro principio establecido en la Palabra de Dios dice que Dios nunca permitirá que las situaciones que nos rodean traspasen los límites que Él permite. Esto aplicado a los hijos de Dios es un motivo de paz y de tranquilidad para vivir mirándolo a Él y gozando de su protección y cuidado diario, incluso en la situación que estamos viviendo en estos días con los efectos de la pandemia del Coronavirus atacando a muchas naciones como no se había visto nunca en la era moderna.

Jesús, refiriéndose a la Palabra de Dios afirmó “Tu Palabra es verdad” (Juan 17:17), luego nuestra oración debe ser: te ruego que me lleves a tu Palabra y abras mi entendimiento para poder reconocer tu verdad y vivir por ella.

Dios espera de cada hijo suyo una vida marcada por la verdad.

Lo que este principio señala es que existe un grupo especial ante los ojos de Dios a los cuales aplica, no es para toda la humanidad, sino que “para los que guardan su pacto y sus testimonios” Salmo 25:10.

Esto nos lleva a nuestro tercer principio, que es una aplicación de los dos anteriores: Dios es perdonador. Él aplicando su bondad y misericordia en sus escogidos, permite que la obra del Espíritu Santo haga vida en nuestros corazones, regenerándolo, esto es, dándonos la capacidad de reconocer nuestra realidad en cuanto a nuestra relación con Dios, nuestro Creador.

11 Por amor de tu nombre, oh Jehová, perdonarás también mi pecado; porque es grande.

Nunca debemos olvidar que gozamos de una condición especial, no por mérito nuestro, es sólo por la gracia de Dios, tal vez frecuentemente repetimos de memoria las palabras de Efesios 2:8 y eso nos ha hecho perder de vista la trascendencia que esas palabras tienen para nuestra vida.

Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” Efesios 2:8

Nuestra realidad es que humanamente no tenemos posibilidad de guardar el pacto y testimonio del Señor. Si esto dependiera de nosotros estaríamos en derrota completa, sin embargo, la realidad es otra, la victoria no depende de nosotros, sino que está en las manos de Dios, este es el mensaje central de este principio divino declarado por David en este Salmo.

Al inicio de la meditación les comenté que la Palabra de Dios afirma que es Dios quien nos enseña o muestra el camino que debemos hacer en nuestra vida, esto es una realidad que cada hijo de Dios, que se pone en las manos de Él, puede verificar a poco andar.

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar: sobre ti fijaré mis ojos. Salmo 32:8 

Siempre el deseo de Dios ha sido mantener una comunión estrecha con sus hijos, siempre se ha ocupado de velar por nuestro bien, jamás Dios dejará a uno de los suyos solo para ser derrotado y destruido por Satanás, para cada uno de sus hijos tiene una morada en los cielos para que vivamos por toda la eternidad en su presencia y gozando de una comunión perfecta con Él, en un mundo donde ya el pecado habrá sido derrotado definitivamente y podamos vivir bajo la gracia de Dios haciendo su voluntad perfectamente.

Hoy estamos en un proceso de perfeccionamiento como lo afirma Pablo:

Estando confiado en esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. Filipenses 1:6

Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfectoProverbios 4:18

Porque a los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificóRomanos 8:29–30.

Este principio es una invitación a cada creyente a vivir conforme a lo que Dios espera de él. Fíjense que la Palabra de Dios nos revela todo un proceso establecido soberanamente por Dios y seguido fielmente por Él: primero nos escogió (predestinó), luego nos llamó (la obra del Espíritu Santo en la regeneración que habilita nuestra voluntad para comprender el evangelio, que de otra manera estaría totalmente vedado para nosotros), luego nos justificó, es decir, nos declaró legalmente justos, sin culpa (es que todas nuestras culpas Jesús las cargó sobre Él en la cruz y fue lo único que permaneció clavado a esa cruz) y el proceso se cierra con la glorificación, ante los ojos del Soberano Dios, una obra ya cumplida, para nosotros, el resultado que nos espera al momento de llegar ante la presencia del trono de Dios.

Dios revela su voluntad a sus hijos.

12  ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger.

14  El secreto de Jehová es para los que le temen; y a ellos hará conocer su alianza.

En estas palabras podemos ver reflejada la Soberanía de Dios obrando en nuestro favor.

De estas palabras deben surgir oraciones de reconocimiento de nuestra pequeñez que deberían resultar finalmente en una adoración y alabanza a Dios que siendo quien es, está dispuesto a brindarnos todo lo necesario para nuestra bendición.

¿Cómo actúo con Dios?

Tan torpe soy qué, en mi soledad e incapacidad de conocer tu voluntad por mí mismo, ni siquiera puedo andar en ella, gracias Padre que estás pronto a mostrarme tu camino para mi vida. Te ruego Señor que transformes mi corazón para disponerlo a desear tus caminos y andar por ellos.

 

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