Entre otras verdades igualmente bíblicas, creemos y sostenemos las siguientes:
1. La inspiración divina, plenaria y verbal de la Sagradas Escrituras en los idiomas originales; su consecuente inerrabilidad e infalibilidad, y, como Palabra de Dios, su autoridad única y final en la fe y en la vida;
2. El Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo;
3. La deidad eterna, esencial y absoluta, así como la real, propia e inmaculada humanidad de nuestro Señor Jesucristo;
4. Su nacimiento de María, virgen;
5. Su muerte expiatoria y substitucional, puesto que “dio su vida en rescate por muchos”;
6. Su resurrección de entre los muertos con el mismo cuerpo con que fue crucificado, y la segunda venida de este mismo Jesús, con poder y grande gloria;
7. La salvación como resultado de la regeneración por el Espíritu Santo y la Palabra de Dios; no por obras, sino por gracia, por medio de la fe;
8. La eterna felicidad de los salvos y el sufrimiento eterno de los perdidos;
9. La unidad espiritual verdadera en Cristo de todos los redimidos por su preciosa sangre;
10. La necesidad de mantener, conforme a la Palabra de Dios, la pureza de la iglesia en doctrina y vida.
Y como aceptamos también el Credo de los Apóstoles como afirmación de la verdad bíblica, lo incorporamos, por tanto, a estos artículos de fe.
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